Con la primavera llega la niña
El enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico Ecuatorial volvió a profundizarse y alcanzó una anomalía de -0,5 °C, valor que marca el umbral mínimo para considerar la presencia de La Niña. Según el informe más reciente de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, esta es la señal más clara desde febrero de que el fenómeno podría consolidarse en las próximas semanas.
Los expertos advirtieron que, debido a que los signos de La Niña aún son incipientes, la atmósfera no se comportará como si el fenómeno ya estuviera instalado. Esto significa que, en las próximas semanas, algunas regiones del sur de Brasil podrían registrar precipitaciones superiores al promedio. La NOAA aclaró que, aun cuando la tendencia se mantiene, no se declararía oficialmente el evento antes de mediados de octubre o incluso noviembre.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) detalló el impacto esperado sobre las lluvias en Argentina. En el este del país, que incluye Misiones, Corrientes y Entre Ríos, las precipitaciones serán inferiores a lo normal, en coincidencia con los patrones asociados a La Niña. En el noroeste (Jujuy, Catamarca y oeste de Salta) se esperan lluvias superiores al promedio, mientras que en la región central (Buenos Aires, Córdoba y La Pampa) y en Cuyo (Mendoza, San Luis y San Juan) se prevén valores normales. Para la Patagonia, se proyecta un escenario más seco, con precipitaciones entre normales e inferiores.
En Argentina, sus efectos más notorios se sienten en la región pampeana, el Litoral y el norte del país, con impacto directo en la agricultura, el abastecimiento de agua y los ecosistemas. Entre las consecuencias más relevantes se encuentran menores rindes de soja, trigo y maíz, sequías prolongadas, riesgo de incendios forestales y heladas tardías.
En el caso de Entre Ríos, el pronóstico de lluvias por debajo de lo normal coincide con la evolución de La Niña, lo que aumenta la preocupación en el sector productivo ante un escenario más seco con el avance de la primavera.